sábado, 16 de abril de 2016

La copa

Ayer pasé más de tres copas
y una canción pensando
en mis instantes felices,
en los tiempos de antaño.
Fue ahí que con extrañeza
y un inesperado llanto
me dí un poco de cuenta,
me asusté de asegurarme
que en todos mis buenos momentos
te encontrabas a mi lado.
Ni con la cuarta copa
ni con estas letras
pude anoche olvidarte.

miércoles, 13 de abril de 2016

Un día sin mentiras

Después de varios problemas
y palabras guardadas,
le he pedido al Tiempo
hacer una parada.
Permitidme unas horas al año;
denme sólo un día.
Sólo por hoy quiero
no decir mentiras.
Tú.
Cambiaste mucho en pocos años.
Para nada bueno, para todos daños.
Y mira como mientes,
pero eres tan astuta.
Él sí que te lo cree. Eso a mí me asusta.
Y tú aquella que con joyas y etiquetas se tapa la locura.
Te hago un comentario:
Esa tristeza no se oculta.
Aquel otro que planea con un dedo mover mundo.
Te corono el rey de tontos,
embajador de los estúpidos.
¡Felicidades mi loco! Y a ver si eso te da orgullo.
Esa chica que por más que pasen años
sigue siendo bella...
Bella de alma, de gracia,
amable la vida entera.
Aquí le mando mis gracias, mi placer de conocerla.
Y les prometo a todos ellos
que mañana seré amable.
Porque no es que diario les mienta.
¡Es una cuestión de modales!
Pero Tiempo, sé piadoso.
Y tenme mucha paciencia.
Que por ser tan educada tengo un miedo
que revienta.
Y les digo con amor a todo aquel que aquí odio:
Esto es sólo por un día.
Mañana yo me comporto.

viernes, 1 de abril de 2016

Mira que te quiero

Ahí me quedé.
En la penumbra de la disculpa no dicha.
Sofocada en el suspiro que me calla.
Tragando tantas mentiras que honestamente hacen falta.

Recuerdo pocos momentos
de la vida ya pasada.
Tu promesa en aquel verso;
tu mirada enamorada...
Y tu espalda,
Caminando allá a lo lejos cuando yo no hacía falta.

En medio de eso ni recuerdo.
Para qué torturo al alma?
Hasta soñando te niego
porque en mis sueños me extrañas.

Cuántos corazones rotos
habrá dejado en la arena?
Cuántos "quizás" o "siempre"
le habré dicho sin respuesta.

Porque mira que te quise.
Mira que aún te quiero.


jueves, 31 de marzo de 2016

Problemas del príncipe azul

Mira que la dicha es corta y la pena larga.
-- Dijo el príncipe azul al enfundar su espada--.

He pasado tanto tiempo en combate
que la mente me pesa.
He esperado tanto tiempo
que su idea ya no calma.

Miren,
como de criaturas gigantes he liberado al futuro.
Miren como adentro encuentro
a estos monstruos ocultos.

Dónde te escondes, princesa?
Déjame darte el mundo.
Que esta galopada cansa
y de esta paciencia me aburro.

He dejado cada esquina
a salvo de atrocidades.
Me he batido sin espada
y te he ganado siete mares.
Día a día.
Amanecer a ocaso.

Y es que acaso no lo sabes?

Que aunque de tí princesa, esclavo,
los príncipes azules (un día)
deseamos ser salvados.


sábado, 19 de marzo de 2016

Ven que aquí te lo cuento como se cuentan esos besos en el cuerpo.
Aquel día que la lluvia dejó el tiempo para ser mía.
Cuando los amantes no perdonan
ni el cambio ni las mentiras.

Que pasen más, muchos más días.

Lo que te cuente es poco de los cuentos que me hizo.
Cuando yo creía preciso entregarle - a él - mi vida.

"El corazón no se rompe, joven".
Eso me lo dijo un viejo.
Se te rompe la confianza, el futuro, los deseos.

Ven que ahora te lo cuento
sin lágrimas en esta cara.
Que ha pasado mucho tiempo y las suficientes camas.


Respiro aunque gano poco
pero me sobran ganas.
Que recuerdo los recuerdos pero ya olvidé su cara.

Que pase en más, en muchas más vidas.
Que aunque ahora odie por dentro, mira que lo quería.
Hoy me enfermé de ganas de verte,
mientras me ahogaba esa fachada de tu recuerdo.
(Tú sabes que yo no miento
cuando se habla de mujeres).

Estaba tan terco y loco de la falta de tu piel,
que tal vez, quizá sin querer,
te encontré hasta en el alcohol.

Intenté en aquel malecón buscar esa moneda;
aquella vieja...
La que rodabas por esos dedos que
sacan el corazón.

La recuerdas? Me recuerdas?

Me creía yo tan fuerte
y te veía tan delicada
que ni por mi cabeza pasaba
lo que iba a suceder.

Que ya no te iba a ver ni a oler esa vainilla.
Ni sentirte en esa silla.
Ni sentirte mi mujer.

Qué puta es esta vida!

Tú siguiendo tan tranquila
y yo tan tuyo seguiré.